Encefalitis

domingo, 9 de diciembre de 2007

Es una inflamación (irritación e hinchazón) del cerebro, causada generalmente por infecciones. Ver también meningitis.

Causas, incidencia y factores de riesgo
La causa más frecuente de la encefalitis es una infección viral y muchos tipos de virus la pueden provocar. La exposición a los virus puede suceder por picaduras de insectos, contaminación de los alimentos o de las bebidas, inhalación de las gotitas respiratorias de una persona infectada o por contacto con la piel. En las áreas rurales, los arbovirus transmitidos por mosquitos, por garrapatas o ingeridos accidentalmente, son la causa más común de esta enfermedad.
Los enterovirus son más comunes en las áreas urbanas y, entre ellos, se incluyen el virus Coxsackie, el poliovirus y el echovirus. Entre otras causas se pueden citar la infección del herpes simple, la varicela ( herpes zóster), el sarampión, las paperas, la rubéola, el adenovirus, la rabia, el virus de la encefalitis equina oriental; el virus del Nilo occidental y, muy ocasionalmente, una reacción alérgica a vacunas.
Una vez que el virus ha entrado en el torrente sanguíneo, puede ubicarse en el cerebro, ocasionando inflamación del tejido cerebral y de las membranas que lo rodean. Los glóbulos blancos invaden el tejido cerebral a medida que tratan de contrarrestar la infección.
El tejido cerebral se inflama (edema cerebral), lo cual puede ocasionar destrucción de las neuronas, hemorragia cerebral interna (hemorragia intracerebral) y daño cerebral.
La encefalitis es poco común y afecta a aproximadamente 1.500 personas en los Estados Unidos cada año. Las personas de edad avanzada y los niños menores de 1 año son los más vulnerables y pueden presentar un curso más grave de la enfermedad.
Aunque la mayoría de las formas de encefalitis son causadas por virus, las bacterias también pueden provocar este problema. Por ejemplo, la enfermedad de Lyme, la sífilis, la tuberculosis que son causadas por bacterias, puede ocasionar encefalitis. Los pacientes con SIDA y otros diversos individuos en alto riesgo en todo el mundo pueden desarrollar encefalitis, debido a parásitos como la toxoplasmosis. Asimismo, la enfermedad autoinmunitaria y los efectos del cáncer también pueden causar encefalitis.

Síntomas
Fiebre
Dolor de cabeza
Vómitos
Sensibilidad a la luz
Rigidez del cuello y de la espalda (ocasionalmente)
Confusión, desorientación
Somnolencia
Torpeza, marcha inestable
Irritabilidad o poco control del temperamento
Síntomas de emergencia:
Pérdida del conocimiento, baja reacción, estupor, coma
Convulsiones
Debilidad muscular o parálisis
Inicio súbito de:
pérdida de la memoria (amnesia), deterioro de la memoria a corto plazo o de la memoria a largo plazo
estado de ánimo "llano", ausencia de estado de ánimo ostensible o temperamento inadecuado para la situación
disminución del interés en las actividades diarias
inflexibilidad, egocentrismo extremo, indecisión o apatía hacia la interacción social
deterioro de la capacidad del juicio

Signos y exámenes
Se pueden presentar diversos síntomas similares a los de la meningitis. Un examen puede mostrar signos de irritación de las meninges (especialmente rigidez del cuello), aumento de la presión intracraneal u otros síntomas neurológicos como debilidad muscular, confusión mental, problemas del lenguaje y reflejos anómalos. El paciente puede presentar una erupción cutánea, úlceras bucales y signos de compromiso de otros órganos como el hígado y los pulmones.
Una punción lumbar y un examen de líquido cefalorraquídeo (LCR) pueden mostrar líquido claro, presión alta, conteo de glóbulos blancos y niveles de proteínas elevados, lo que indica inflamación. Igualmente, puede haber presencia de sangre en el líquido cefalorraquídeo (LCR).
En algunas ocasiones, se puede detectar el virus en el LCR, en la sangre o en la orina a través de un examen de laboratorio denominado cultivo viral. Sin embargo, este examen es incómodo y en pocas ocasiones es útil. En algunos casos, se utiliza el PCR (reacción en cadena de la polimerasa, un examen que puede detectar cantidades muy pequeñas de ADN viral) viral para identificar el virus. Los médicos también confían en las pruebas de serología para obtener evidencias de infección viral. Las serologías detectan algunas proteínas denominadas anticuerpos que se producen en respuesta a un virus específico o a otro invasor extraño.
Los resultados de un EEG (un examen de la actividad eléctrica del cerebro) pueden suministrar claves indirectas para el diagnóstico de la encefalitis. Algunos patrones de onda del EEG pueden sugerir un trastorno convulsivo o señalar a un virus específico como la causa de la infección. Por ejemplo, ciertos patrones de onda electroencefalográficos pueden sugerir encefalitis provocada por herpes.
Se puede utilizar una IRM cerebral, la cual suministra imágenes de alta calidad del cerebro, o una TC de la cabeza. para determinar la presencia de un sangrado interno o áreas específicas de inflamación cerebral.

Tratamiento
Los objetivos del tratamiento son brindarle al paciente cuidados complementarios y aliviar los síntomas. Se pueden prescribir medicamentos antivirales, como aciclovir (Zovirax) y foscarnet (Foscavir), para la encefalitis por herpes u otras infecciones virales severas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, no hay medicamentos antivirales específicos disponibles para combatir la infección.
Se pueden prescribir antibióticos cuando las infecciones son provocadas por algunos organismos, como ciertas bacterias. Los medicamentos anticonvulsivos, como la fenitoína, se utilizan para inhibir las convulsiones. En raras ocasiones, se utilizan medicamentos antiinflamatorios potentes denominados esteroides (como la dexametasona) con el fin de reducir el edema cerebral.
Es posible que se requieran sedantes para tratar la irritabilidad o la intranquilidad y se pueden igualmente utilizar otros medicamentos, como el acetaminofén (paracetamol), para la fiebre y el dolor de cabeza.
Los cuidados complementarios, como el descanso, la nutrición y los líquidos, permiten al cuerpo combatir la infección. A las personas con estados de confusión o delirio, les puede ser de utilidad la reorientación y el apoyo emocional.
Si la función cerebral resulta gravemente afectada, se pueden requerir intervenciones como la fisioterapia o la terapia del lenguaje, después de que se ha controlado la enfermedad aguda.

Pronóstico
Los resultados varían. Algunos casos de esta enfermedad son leves, cortos, relativamente inofensivos y están seguidos de una recuperación completa, mientras que otros casos son graves y pueden ocasionar lesiones permanentes o la muerte.
La fase aguda de la enfermedad dura normalmente de 1 a 2 semanas, con desaparición gradual o súbita de la fiebre y de los síntomas neurológicos, los cuales pueden requerir de muchos meses para una recuperación completa.

Complicaciones
En las personas que sobreviven a los casos severos de encefalitis se pueden presentar daño cerebral permanente que afecta la memoria, el lenguaje, la visión, la audición, el control muscular o la sensibilidad.

Situaciones que requieren asistencia médica
Se debe ir a la sala de urgencias o llamar a un número local de emergencias (el 061) si se presentan fiebre súbita, cambios neurológicos y otros síntomas sugestivos de encefalitis.

Prevención
El control de los mosquitos (la picadura de un mosquito puede transmitir algunos virus) puede reducir la posibilidad de que se presenten algunas infecciones que pueden llevar a encefalitis.
La vacunación de los animales es importante para prevenir la encefalitis producida por el virus de la rabia. Existen vacunas para prevenir una forma de encefalitis viral que, a menudo, afecta a las personas que viven en dormitorios o en la milicia.

REFERENCIAS
MEDLINE. Enciclopedia Médica. http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/encyclopedia.html 2007
2007

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